En una analogía entre música e ilustración, donde la partitura son capas y las notas pinceladas, podríamos concebir a Óscar Giménez como una suerte de Yann Tiersen. Se asemejan en el dominio de la técnica; en la hibridación de recursos. Se parecen en que ambos irradian una energía abrumadora construida a base de nervio y ternura. Pero centremos la letra en el catalán: lo que sigue es una entrevista con el ilustrador más “contem-pop-ráneo” de nuestro país. Desde BYFANZINE hemos querido acercarnos a su trayectoria y conversar sobre su última obra, Sold Out, un compilado de crónicas y dibujos musicales. Pasen y lean.P.¿Cómo te iniciaste en la ilustración?
R.Muchas veces digo que no tuve más remedio. Yo crecí en un ambiente artístico, llevo el dibujo en la sangre, pero inicialmente decidí estudiar otra cosa, me formé para ser traductor e intérprete, y durante mis primeros años como profesional ejercí de eso. Hubo un momento en que no aguanté más y me di cuenta de que si no intentaba hacer lo que realmente me gustaba, si no dejaba de negarme a mi mismo, viviría amargado para el resto de mis días. Así que armé un portfolio de ilustraciones y empecé a llamar a puertas. Muchas no se abrieron pero otras sí. Luego ya no hubo vuelta atrás.
P.¿Qué proceso creativo sigues y qué materiales utilizas en tus ilustraciones?
R.El proceso empieza con un briefing, unas pautas o una motivación. Luego me someto a un bombardeo de imágenes mentales donde se empieza a definir cómo quiero expresar lo que tengo en la cabeza. El resto viene casi solo: me siento, dibujo, abro el Photoshop, combino imágenes y voy armando sobre la marcha lo que será la ilustración final. Hay una alta dosis de improvisación durante el proceso que al principio intentaba controlar pero a la que cada vez dejo más espacio. No me queda otra que confiar en mi mismo.
Respecto a los materiales, mis ilustraciones son 100% digitales. Eso sí, me gusta utilizar esas herramientas y técnicas digitales de forma que el resultado sea lo más orgánico posible.
P.Te han definido como “contem-pop-ráeno”, ¿puedes desarrollar esta idea?
R.La definición es del autor de un libro sobre ilustradores españoles del que formé parte, me parece bastante acertada.
Creo que intentaba definir mi estilo como actual, fresco y colorido. Y algo de todo eso tiene.
La verdad es que me cuesta mucho definirme, prefiero que lo hagan otros. Yo solo intento no imitar a nadie, aunque sí absorbo y llevo a mi terreno multitud de referencias. Tampoco me gusta seguir tendencias, prefiero hacer algo tan atemporal como sea posible. Finalmente lo que quiero son contar mis historias a mi manera.
P.¿Te consideras un melómano? ¿Qué criterio sigues para seleccionar a los músicos que finalmente retratas?
R.Sí, soy un melómano, sin duda. El criterio depende de para quien sea el encargo. Por ejemplo, durante unos años codirigí un magazine musical donde hacíamos crónicas ilustradas de conciertos y nosotros elegíamos a quien queríamos ver.
P.Tus ilustraciones para Sold Out van de lo realista a lo grotesco o lo onírico, no sé si ilustras en función de las sensaciones que te transmiten el grupo…
R.Totalmente. Estas ilustraciones las hacía después de haber asistido a un concierto, así que las emociones aún me recorrían por dentro. Y no dudaba en dejarme llevar por ellas. El motor de ese proyecto fue siempre la pasión por los grupos que nos gustaban.
P.“No se habla de arte, es un gran error. Hay que hacer arte sobre el arte”; así empieza Sold Out. ¿Por qué consideras que no se producen más obras sobre el hecho artístico?
R.Porque es difícil tratar esos temas sin caer en el aleccionamiento, el aburrimiento o el esnobismo. Hay que ser más humilde en el arte, me hierve la sangre cuando se supone que hay que ser casi un experto para entenderlo. No, el arte es pura sensación, entra por la vista, por el oído, por el tacto, y solo eso nos debería bastar para opinar. Lo que hay que hacer es acercarlo y hacerlo más accesible, exponer más a la gente a él, bajarlo a pie de calle. Cuanto más estén en contacto con él, más se interesarán por conocer que hay detrás de cada obra, de cada creación.
P.¿Cómo surgió la idea de convertir las crónicas de conciertos en piezas de orfebrería? Usualmente son textos de consumo rápido.
R.Cuando nos conocimos Txemi Terroso, periodista cultural y coautor del libro, y yo una de las primeras cosas que nos unió, aparte del sentido del humor, fue nuestra pasión por la música. Después de ir a nuestro primer concierto juntos, hablamos, entre otras cosas, de que sería muy bonito poder trasladar las emociones que genera un concierto al papel. Creíamos que era algo que la mayoría de las crónicas que leíamos habitualmente no conseguían o pasaban por alto.
Se nos ocurrió hacer algo totalmente distinto y a la vez fiel a nuestro espíritu y estilo. Así que Txemi optó por contar pequeñas historias basadas en las sensaciones que había sentido en el concierto y yo construiría una ilustración que las reflejara.
P.¿Qué conciertos te han marcado más?
R.Aquellos que más me han hecho sentir, que más me han emocionado. Los que me han hecho saltar poseído, que me han hecho llorar, bailar, gritar hasta la afonía. Por mencionarte algunos, que son muchos, Alabama Shakes, The Cure, Royal Blood, John Grant, Crystal Fighters, Daughter, Arctic Monkeys, PJ Harvey, The Black Keys, The Tallest Man on Earth, Triángulo de Amor Bizarro, Portishead, Standstill, Matt Elliott, Crystal Castles, Queens of The Stone Age, Nudozurdo, …
P.Muchas de tus ilustraciones reinterpretan a grupos de la escena indie. Hace unos días decía J -el cantante de Los Planetas- que “el indie fue la única cultura de resistencia de los noventa”. ¿Cómo concibes tú esta cultura?
R.No sé si la llamaría “de resistencia”, aunque quien soy yo para contradecir a J. Creo que el concepto de indie hoy en día se ha diluido mucho. La distinción la haces basándote en un criterio personal, en lo que tú consideras música independiente, opuesta a música generalista o comercial (y de mala calidad, claro).
Sea como sea lo peor que se puede hacer con la música es confinarla en un gueto. Retomando lo que te comentaba antes sobre el arte, lo mejor que puedes hacer para defender tu cultura es acercarla a la gente. No digo nada nuevo pero exponer a otros a algo nuevo es el mejor antídoto contra la incultura y la intolerancia.
P.¿Hay algún grupo que acabes de descubrir?
R.Siempre estoy descubriendo música nueva. Por mencionarte un par de grupos recientes, Temples, que no son nuevos pero no los había escuchado hasta ahora y hacen un rock psicodélico tipo Tame Impala, y, aquí me la estoy jugando, Mueveloreina, que hacen trap. Pensé que nunca me engancharían pero lo ha hecho.
P.¿Qué otros ilustradores te inspiran?
R.Muchos. Por mencionarte algunos, James Jean, Ashley Wood, Tomer y Asaf Hanuka, Pietari Posti, David Aja, Bernie Fuchs, Bill Sienkiewicz, …
P.Actualmente, dicen, vivimos un boom de la ilustración. ¿Consideras que existe tal auge?
R.Sí y no. Quiero decir, en 17 años de carrera he visto varios booms de la ilustración. Son ciclos, aunque en realidad sucede cada vez que algún ilustrador pega un pelotazo y se le ve por todas partes. Durante un tiempo, durante ese boom, molamos mucho y luego, con el tiempo, volvemos a pasar a un segundo plano. Obviamente hay que aprovechar esos tirones pero también hay que ser muy prudente.
P.¿Cómo te llevas con el 2.0? No sé si trabajas la reputación online con la idea de tener mayor repercusión profesional.
R.Mi presencia online lo es todo, o casi todo, hoy en día. La tengo muy en cuenta y la cuido mucho. Aparte de clientes con los que trabajo desde hace tiempo y ya me conocen, la mayor parte de los encargos me llegan a través de internet. No estar actualizado y pendiente de eso sería un error. Al menos para mi.
P.Decías en una entrevista que ilustrar un libro de Palahniuk sería divertidísimo… no ibas desencaminado, el autor americano publicó El Club de la Lucha 2 en formato gráfico. Si tuvieras la oportunidad, ¿qué libro español te gustaría convertir -o darle continuidad- en novela gráfica?
R.Pregunta difícil, pero creo que ilustrar Ficciones, el libro de cuentos de Borges sería maravilloso.
P.¿Qué consejos le darías -académicos y profesionales- a alguien que quiere dedicarse a la ilustración?
R.Sé profesional, siempre. Confía en tu talento pero también sé consciente de tus limitaciones. Sé autocrítico pero no te machaques. Sé constante. Mantente actualizado, eres parte de un mercado y de una época, así que estate en sintonía con ella. No sigas las tendencias a rajatabla, coge de ellas aquello que conecta con tu trabajo y que puede enriquecerlo. No imites a nadie, inspírate.